¿Es Alice.es la revolución prometida?

La llegada de Alice.es ha generado muchas expectativas en el sector. La fórmula –importada de EE.UU.- prometía un concepto diferente del negocio al poner en contacto directamente a fabricantes con consumidores finales. Según sus responsables en España, el nuevo supermercado on line beneficiará a todos los implicados; los consumidores podrán comprar productos de marcas líderes más baratos al descontar los fabricantes el margen del distribuidor (en todo o en parte), los fabricantes contarán con información directa y detallada del comportamiento del consumidor, que a su vez trasladarán en forma de conocimiento al resto de distribuidores. Es imposible saber si los dos últimos beneficios se están produciendo, pero sí podemos acercarnos a la propuesta que Alice hace a los consumidores a las pocas semanas de empezar su actividad (comenzó en octubre pasado).

Me he acercado a Alice para intentar comprender qué ofrece en cuestión de surtido, precio y servicio. Las conclusiones más relevantes a las que he llegado son:
• La cobertura de necesidades que ofrece Alice queda muy limitada por no ofrecer productos que necesiten frío para su conservación. Al margen de esta seria desventaja, Alice ofrece un buen surtido de productos y de marcas referentes en casi todas las categorías.
• El servicio de Alice es similar al del resto de los supermercados on-line, lo mismo que el costo de la manipulación y envío.
• Alice no destaca por ofrecer precios sensiblemente inferiores a los de sus competidores, a pesar de que la posible ventaja del precio era la que más expectativas había levantado.

Alice ofrece más de 3.300 productos ordenados en diez estancias diferentes (el surtido se presenta pensando en el destino final en el hogar del consumidor). Si nos fijamos en las categorías de mayor importancia por su penetración en hogares y frecuencia de compra –28 en total-, nos encontramos con más de 1.700 productos, y una oferta más que suficiente de marcas líderes. Solo en algunas categorías no se ofrecen las marcas referentes; es el caso de frutos secos, higiene y cuidado del bebé, aguas, bollería, papel higiénico y celulosas de hogar. Tres puntualizaciones referidas al surtido:
1. Algunas marcas están presentes pero con un surtido muy corto. Por ejemplo Dixan, Carbonell y Koipe
2. Algunas subcategorías cuentan con un surtido escaso. Por ejemplo arroces especiales o aceites de girasol
3. Algunas categorías están volcadas hacia grandes formatos. Por ejemplo aguas, cervezas o leche.

El servicio de Alice es correcto sin destacar de manera especial; el pedido puede estar a disposición del comprador en 24 horas, acepta tarjetas de pago con suficiente penetración en España, existe la posibilidad de devolución y una garantía de que el producto se entregará con al menos una tercera parte de su vida útil todavía vigente, teléfono de atención al cliente,… Sin duda el servicio mejorará cuando se extienda la posibilidad de elegir la franja horaria de entrega, que ahora solo se ofrece en Madrid. El costo de preparación y envío de Alice se alinea entre los más caros del mercado – son 9,90 euros en total – si bien se ve reducido hasta 4,96 euros si la compra supera los 60, y es gratuito a partir de los 120 euros.

Tampoco en el apartado de precio podemos decir que Alice significa un cambio importante en el panorama de los supermercados on line. He comparado el precio en Alice de 48 referencias con la de otros cinco operadores on line; todas ellas son importantes en las categorías mencionadas. El comparativo se ha realizado con dos cadenas de supermercados nacionales que además tienen tienda on line, dos cadenas de hipermercados y un “pure player” en Internet. Los resultados más significativos son:
• En 26 productos, un 52% de los comparados, Alice ofrece un precio mejor que el promedio de sus competidores
• Solo en siete productos, un 15%, ofrece el mejor precio de todos
• En 13 productos, un 27%, su precio es igual o más caro que el de sus competidores; en 3 ocasiones es el más caro
• Alice es más barato que tres de sus competidores, pero más caro en otras dos ocasiones. El “pure player” es significativamente más barato, mientras que Alice es mucho más competitivo en precio que uno de los supermercados.

En definitiva, ¿significa Alice una revolución en el panorama de la distribución alimentaria nacional? De momento la respuesta es negativa, ya que no logra destacar de manera rotunda ni en cobertura de necesidades y opciones de compra (contando con que ofrecerán productos refrigerados), ni en calidad y costo del servicio, ni tampoco en precio, aspecto donde que se suponía que lograría su ventaja competitiva por su modelo de negocio. Alice se parece demasiado a otros supermercados on line, ¿Cuáles crees son los motivos de que sea así?

¿Es Alice.es la revolución prometida?

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